Unas 300.000 personas acudieron a las playas desde todos los puntos de España para limpiar con sus manos el fuel, ante la falta de reacción inicial de las autoridades. Las imágenes de los voluntarios, vestidos con monos blancos de papel, dieron la vuelta al mundo. Esos ciudadanos anónimos constituyeron la 'Marea blanca' que da título al documental que acaba de estrenar Isabel Coixet y que puede verse en la web.
Son algunos de los protagonistas que aparecen retratados en 'Marea blanca', un documental de media hora de duración y tono periodístico en el que la directora de cine ha buscado que sean los testimonios personales los que aporten la información. La excelente fotografía y aportaciones certeras y como la hipnótica voz de Anton Reixa recitando su poema 'Mar de mans' como telón de fondo dan a la cinta una carta de belleza y emotividad de calidad cinematográfica.
Lecciones 10 años después
Para Coixet, 'Marea Blanca' es un homenaje y un viaje al lugar de los hechos a través de sus recuerdos, sensaciones y emociones. Los voluntarios dieron una lección de solidaridad y de ciudadanía ejemplar, afirma.Ella ve un paralelismo entre ese espontáneo deseo de ayudar que se dio durante la crisis del Prestige y la movilización ciudadana del 15-M. «El problema ahora es que tenemos 50 Prestige a la vez, o 100. Nuestros Prestige son Bankia, los recortes sanitarios, la desmoralizacion general, los índices de paro que crecen, el no ver cuál es la salida, Urdangarin, las escopetas del Rey...», dice Coixet.
La directora de cine cree que ha cambiado el tipo de emergencia, pero no el espíritu de las personas: «Rodar un documental así es impagable. Te permite entrar en otras personas y en otros mundos; la gente se abre y te cuenta su vida y te das cuenta de que quiere hablar. Y lo que he visto es que todos los que acudieron allí volverían a hacerlo. Ese espíritu de ayudar y comprometerse sigue ahí».
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