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viernes, 11 de mayo de 2012

El plástico que flota en el océano provoca un 'boom' de insectos marinos

La cantidad de fragmentos diminutos de plástico que flotan en el Pacífico noreste ha aumentado unas 100 veces en las cuatro últimas décadas, según afirman científicos de la Scripps Institution of Oceanography que acaban de culminar una investigación sobre el aumento de estos residuos y sus efectos en los ecosistemas marinos.
Los resultados se publican en la revista 'Biology Letters'. Lo que afirman los oceanógrafos es que esta acumulación de basura plástica afecta a la fauna de múltiples maneras. Un ejemplo serían los casos evidentes de intoxicación y muerte por la ingestión de fragmentos de basura. Pero hay otras consecuencias imprevistas y más complicadas de detectar. Así, las poblaciones de un pequeño insecto marino que nada sobre el agua, una especie de zapatero o planeador pero de agua salada, se han multiplicado de forma insospechada porque los diminutos fragmentos de plástico que hay en el mar le sirven de soporte para poner sus huevos.
Anthony Smith Anthony Smith
Ejemplar del insecto marino 'Halobates sericeus'
Los oceanógrafos tomaron muestras de la basura plástica en la superficie del mar y la compararon con las cantidades encontradas en otras campañas que se remontan hasta el año 1972. Hay que tener en cuenta que muchos residuos plásticos que llegan al mar no se hunden y quedan flotando en la superficie. Después, el sol y las olas empiezan a degradarlos y a romperlos en pequeños pedazos, pero no los destruyen del todo sino que los convierten en una lluvia de pequeñísimos trozos de plástico, de tamaños menores a los cinco milímetros, apenas perceptibles a simple vista.
En los últimos tiempos se ha hecho muy conocida la llamada isla de Basura que flota en mitad del Pacífico. Debido a la forma de las corrientes en el océano, hay áreas del Pacífico (y también de otros océanos) donde las aguas permanecen largo tiempo estables.
De esa forma se forman áreas de aguas calmadas con poco intercambio con el resto y donde la basura tiende a acumularse. Todo ello ha sido estudiado desde hace tiempo por la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), el organismo público de EEUU dedicado al estudio de las océanos y la atmósfera. La NOAA tiene un apartado en su web dedicado a desmitificar algunas de las leyendas que corren en tormo a estas llamadas islas de basura, de las que se ha dicho que tienen el tamaño de dos veces España y que ocupan el centro del Pacífico.
National Oceanic and Atmospheric Administration National Oceanic and Atmospheric Administration
Gráfico de la NOAA mostrando las corrientes del Pacífico y las zonas de acumulación de basura
En realidad, segun la NOAA, no hay una isla, sino varias áreas donde los giros oceánicos acumulan basura (especialmente una aguas afuera de California y otra aguas afuera de Japón, en el otro extremo del Pacífico, pero más o menos a la misma latitud). Además, hablar de islas es algo exagerado. Siendo como son tan pequeñas las partículas de plástico, más que hablar de 'islas sólidas' que puedan verse a simple vista desde un barco o fotografiadas vía satélite, hay que referirse a zonas donde el agua es una "sopa cargada de microplásticos" pero tan pequeños que escapan a la vista.

Efecto del plástico en los ecosistemas

Scripps Institution of Oceanography Scripps Institution of Oceanography
Miriam C. Goldstein toma muestras durante la expedición
Y es ahí donde el equipo de la Scripss Institution of Oceanography ha realizado su trabajo, descubriendo que todos esos plásticos están convirtiéndose en un ecosistema propio. El artículo, diridigo por Miriam C. Goldstein, explica que la intención era ir más allá del estudio del problema de la ingestión de plástico por peces y aves y saber si tenía otros efectos. Y así ha sido, pues han descubierto que esos microplásticos se convierten en un sustrato sólido y flotante en zonas del océano donde no suele haber ese tipo de superficies.
Los expertos trabajaron unos 1.600 kilómetros al oeste de la costa de California, a borde del buque oceanográfico 'New Horizon". Y vieron que las puestas de un insecto que nada en los mares abiertos, 'Halobates sericeus' se han incrementado en gran medida. Goldstein y sus colegas compararon mediciones de la densidad de plásticos realizadas en 1972, 1987, 1999 y 2010 en la zona conocida como Giro Subtropical del Pacífico Norte (frente a California), y descubrieron que en esos 40 años la densidad de basura plástica ha aumentado 100 veces.
Esto ha llevado a que 'Halobates sericeus' aumente su densidad de población y el número de sus puestas según pudieron colegir al comparar las mediciones sobre las poblaciones de insectos que había en 1972-1973 y en 2009-2010. El aumento de 'Halobates' influye, según los investigadores, en las especies que se alimentan de este recurso, como los cangrejos, lo que lleva aparejados nuevos cambios en la cadenas alimenticias marinas y en el intercambio de energía en los ambientes de aguas abiertas.
Como explica Goldstein, normalmente Halobates pone sus puestas sobre plumas, fragmentos de conchas, piedra pómez e incluso grumos de alquitrán. Pero los trozos de plástico flotante se han convertido en un recurso muy abudante y nuevo para ellos. "Hemos podido observar por primera vez que la basura plástica afecta al ciclo vital de un invertebrado marino", afirma la investigadora.

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