El Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2011 ha ido a parar a manos de Bruce A. Beutler y Jules A. Hoffmann, por sus descubrimientos sobre la activación de la inmunidad innata, y Ralph M. Steinman, por sus hallazgos en relación con la respuesta inmune adquirida.
“Vivimos en un mundo peligroso”, afirma la academia sueca en su nota de prensa sobre el galardón. “Los microorganismos patógenos (bacterias, virus, hongos, parásitos) nos amenazan constantemente; pero estamos equipados con poderosos mecanismos de defensa”. En primera línea está la inmunidad innata. Si los microbios la traspasan, contamos “con linfocitos T y B produciendo anticuerpos y células asesinas que destruyen las células infectadas”.
El Premio Nobel de este año reconoce las aportaciones en ambos elementos del sistema inmune. Por un lado, el francés Jules Hoffman y el estadounidense Bruce Beutler descubrieron genes que producen proteínas implicadas en la defensa innata (receptores de tipo Toll o o TLRs). Estas moléculas han sido encontradas en diferentes animales (mosca de la fruta, ratones, seres humanos..), pero también en plantas, y se cree que tienen un origen evolutivo muy antiguo dentro del sistema inmune.
Por su parte, Ralph Steinman, de la Universidad de Rockfeller, descubrió, en 1973, las células dendríticas, un tipo de célula especializada del sistema inmune de los mamíferos que trabaja como “centinela” frente a agentes extraños infecciosos y que puede servir de base para la creación de vacunas. Steinman murió la semana pasada de cáncer, antes de conocer que había sido galardonado.
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