Un equipo francés de investigadores informó hoy de que gracias a una "supercalculadora" ha podido simular por primera vez la estructuración de todo el Universo observable, desde el Big-Bang hasta la actualidad, lo que constituye una "ayuda excepcional" a los proyectos de cartografía de ese espacio.
Esta simulación realizada bajo el proyecto "DEUS: full universe run", y las que se llevarán a cabo hasta finales de mayo permitirán, según ese grupo, "comprender mejor la naturaleza de la energía oscura y su influencia sobre la estructuración del Universo y el origen de la distribución de la materia oscura y las galaxias".
La naturaleza de esa energía, fuente responsable de la expansión del Universo, constituye "una de las grandes cuestiones de la cosmología", explicó a Efe el director de ese equipo, Jean-Michel Alimi, quien añadió que analizar su impronta requería poder simular grandes volúmenes con alta precisión.
Los científicos del Laboratorio Universo y Teorías utilizaron para ello la nueva "supercalculadora" Curie del Gran Equipamiento Nacional francés de Cálculo Intensivo, que hizo posible el seguimiento de 550.000 millones de partículas.
El Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), uno de los entes participantes, indicó en un comunicado que desde ahora es posible recorrer "la distribución de la materia oscura y de las galaxias en todo el Universo en distancias equivalentes a 90.000 millones de años luz", así como observar su evolución.
Los datos generados con ese cálculo, cuyos resultados finales se difundirán en mayo, permiten igualmente medir las fluctuaciones de la materia oscura, algo que, según indicó Alimi a Efe, es importante porque ayuda a profundizar en las fuerzas existentes en el Universo y en sus propiedades.
El DEUS se sirve de simulaciones numéricas de alta precisión, algo que no había sido posible hasta ahora porque no se disponía de los medios ni de los modelos matemáticos necesarios para abordar volúmenes de ese tamaño.
El último intento al respecto, según Alimi, partió de un equipo estadounidense que alcanzó a calcular una octava parte del volumen del Universo y a seguir 300.000 millones de partículas, una cifra "insuficiente para estudiar su evolución y estructuración".
La máquina, dotada de más de 92.000 unidades de cálculo y capaz de realizar 2.000 billones de operaciones por segundo, es uno de los cinco aparatos más potentes del mundo, añade el CNRS en su nota.
Este proyecto, del que se esperan resultados finales en mayo, necesitará más de 30 millones de horas de cálculos y generará más de 150 petaoctetos de información (equivalentes a la capacidad de almacenamiento de 30 millones de DVD), de los que según el CNRS se hará una criba para guardar un petaocteto de datos útiles.
La naturaleza de esa energía, fuente responsable de la expansión del Universo, constituye "una de las grandes cuestiones de la cosmología", explicó a Efe el director de ese equipo, Jean-Michel Alimi, quien añadió que analizar su impronta requería poder simular grandes volúmenes con alta precisión.
Los científicos del Laboratorio Universo y Teorías utilizaron para ello la nueva "supercalculadora" Curie del Gran Equipamiento Nacional francés de Cálculo Intensivo, que hizo posible el seguimiento de 550.000 millones de partículas.
El Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), uno de los entes participantes, indicó en un comunicado que desde ahora es posible recorrer "la distribución de la materia oscura y de las galaxias en todo el Universo en distancias equivalentes a 90.000 millones de años luz", así como observar su evolución.
Los datos generados con ese cálculo, cuyos resultados finales se difundirán en mayo, permiten igualmente medir las fluctuaciones de la materia oscura, algo que, según indicó Alimi a Efe, es importante porque ayuda a profundizar en las fuerzas existentes en el Universo y en sus propiedades.
El DEUS se sirve de simulaciones numéricas de alta precisión, algo que no había sido posible hasta ahora porque no se disponía de los medios ni de los modelos matemáticos necesarios para abordar volúmenes de ese tamaño.
El último intento al respecto, según Alimi, partió de un equipo estadounidense que alcanzó a calcular una octava parte del volumen del Universo y a seguir 300.000 millones de partículas, una cifra "insuficiente para estudiar su evolución y estructuración".
La máquina, dotada de más de 92.000 unidades de cálculo y capaz de realizar 2.000 billones de operaciones por segundo, es uno de los cinco aparatos más potentes del mundo, añade el CNRS en su nota.
Este proyecto, del que se esperan resultados finales en mayo, necesitará más de 30 millones de horas de cálculos y generará más de 150 petaoctetos de información (equivalentes a la capacidad de almacenamiento de 30 millones de DVD), de los que según el CNRS se hará una criba para guardar un petaocteto de datos útiles.
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