En un experimento que amenaza con derrumbar el principio básico de la teoría de la relatividad, y por lo tanto de nuestra comprensión actual del universo, unas pequeñas partículas llamadas neutrinos parecen haber viajado más rápido que la luz entre Suiza e Italia.
Los neutrinos han recorrido 730 kilómetros bajo tierra desde el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) en Ginebra hasta el detector del experimento Opera ubicado bajo el macizo de Gran Sasso. Para sorpresa de los físicos que trabajan en el experimento, las partículas han llegado antes de lo esperado.
No mucho antes: apenas unos 60 nanosegundos más pronto que si hubieran viajado a la velocidad de la luz (un nanosegundo es un millón de veces más breve que una milésima de segundo). Esta diferencia significa que los neutrinos han ido un 0,0025% más rápido que la luz.
La diferencia es pequeña, pero es un sacrilegio: la velocidad de la luz se considera imposible de superar desde que Albert Einstein formuló la teoría de la relatividad en 1905.
El exceso de velocidad de los neutrinos sólo admite dos explicaciones posibles. Una, improbable, es que los investigadores del experimento Opera se hayan equivocado. Pero han analizado datos de más de 15.000 neutrinos captados en el detector a lo largo de tres años y se han asegurado de que las mediciones están bien hechas. Según Matteo Cavalli, director del Institut de Física d'Altes Energies (IFAE) en el campus de la UAB, "han hecho un trabajo fantástico; he leído el artículo científico y he seguido la teleconferencia en la que han presentado sus resultados y no soy capaz de encontrar ningún error".
La segunda explicación, aún más improbable, es que fuera Einstein quien estuviera equivocado. Si se confirma que los neutrinos pueden ir más rápido que la luz, "las consecuencias serían enormes", explica Cavalli. "Echaría por tierra los fundamentos sobre los que hemos construido la física en el último siglo, sería una revolución".
Por ejemplo, se podría viajar al pasado. El propio Einstein ya llegó a la conclusión de que, si se pudiera transmitir algo más rápido que la luz, se podría "enviar un telegrama al pasado". La razón es que "el límite de velocidad de la luz protege la ley de causa y efecto", según explicó ayer a Reuters Jeff Forshaw, de la Universidad de Manchester (Reino Unido).
El experimento Opera ha causado un gran revuelo entre físicos de todo el mundo después de que el artículo científico en que se detallan los resultados fuera colgado en internet el jueves por la noche. Los autores de la investigación invitaron a la comunidad científica a participar ayer en una teleconferencia en la que expusieron su trabajo. Fueron sometidos a lo más parecido a un tercer grado que puede sufrir un científico, pero nadie pudo encontrar fallos en el experimento.
La opinión dominante, compartida por los propios autores de la investigación, es que los resultados deben de ser erróneos y que sería prematuro cuestionar la teoría de la relatividad.
Aunque los resultados acaben siendo erróneos, esto no significa que los investigadores de Opera hayan hecho nada mal. "Han hecho lo correcto", dijo ayer Cavalli, que tampoco cree que los neutrinos puedan ir más rápido que la luz.
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