Desde que la misión Mariner 10 de la NASA enviara las primeras imágenes de Mercurio en 1974, los científicos han estado fascinados por el planeta más pequeño y próximo al Sol del Sistema Solar. Otra sonda, la Messenger, lanzada en 2004 y que sobrevuela este extraño mundo desde el pasado marzo, ha comenzado a cambiar las preguntas por respuestas. La nave está proporcionando a los investigadores una ingente cantidad de datos que, poco a poco, les permiten describir con más precisión el paisaje y la historia geológica de Mercurio. En esta ocasión, la revista Science publica siete investigaciones diferentes que recogen una variedad de nuevos hallazgos a partir del estudio de la información proporcionada por Messenger. Uno de los más fascinantes es la existencia en el pasado del planeta de una actividad volcánica tan violenta en su polo norte que la lava que fue expulsada cubriría el 60% del territorio continental de EE.UU. y podría enterrar el estado de Texas a más de 6 kilómetros de profundidad.
Si los científicos ya sabían que Mercurio soportaba tormentas magnéticas de gran intensidad que destrozarían la Tierra y una extraña atmósfera ionizada, ahora saben que, además, en sus orígenes, hace de 3,5 a 4.000 millones de años, su polo norte era un infierno sepultado en lava. Investigadores de la Universidad de Brown han descubierto que las lisas planicies de las latitudes altas del norte del planeta son el resultado del trabajo de potentes volcanes. Grandes cantidades de lava fueron derramadas por los cráteres en la superficie del planeta, inundando el entorno, las llanuras bajas, como si se tratara de una bañera.
Nada que ver con Hawai
Los flujos de lava llenaron cráteres de más de una milla de profundidad (1,6 kilómetros) en un área que cubriría casi el 60% del territorio continental de EE.UU. El estado de Texas, que tiene una superficie de casi 700.000 km², quedaría sepultado por una capa de lava de 6,4 kilómetros de grosor.
«No debemos pensar en un volcán como los que vemos en Hawai, estos son muy difíciles de entender en el contexto de las actuales condiciones de erupción en la Tierra», dice James W. Head, profesor de ciencias geológicas en Brown. En Mercurio, la lava salía mucho más rápidamente, cubriéndolo todo. Según los investigadores, los flujos de lava nos dan una idea sobre cómo nacen los planetas, su evolución, o si todavía están activos. «Por ejemplo, en la Luna, hemos visto muy poca evidencia de actividad volcánica en los últimos 3 millones de años».
Los datos de Messenger han permitido dar una explicación a las suaves llanuras que cubren parte de la superficie de Mercurio, pero no es lo único que los investigadores han descubierto. Los datos también demuestran que la composición de la superficie del planeta es diferente del de los otros planetas terrestres. Por ejemplo, tiene mucho más azufre que la Tierra o la Luna. Los investigadores creen que Mercurio podría haberse formado con pocos materiales precursores.
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