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viernes, 9 de marzo de 2012

¿Por qué las arañas no se quedan atrapadas en su propia tela?

Científicos descubren que unos pelillos y una sustancia química en las patas evitan que el animal se convierta en su propia víctima

Las telas de araña tienen distintas sustancias pegajosas para capturar a sus presas, que, una vez atrapadas, son incapaces de escabullirse de su trampa mortal. Sin embargo, los investigadores se han preguntado siempre por qué las arañas no se quedan pegadas a sus propias telas. Científicos del Smithsonian Tropical Research Institute y de la Universidad de Costa Rica han descubierto el motivo. Repitiendo estudios antiguos con técnicas y equipos modernos, han descubierto que las patas de araña están protegidas por una cubierta de pelos y por un revestimiento químico que evita que el animal se quede pegado, según informa la web científica Physorg. Sus resultados aparecen publicados online en la revista Naturwissenschaften.
Los científicos también observaron que las arañas procuran mover sus patas de manera que se minimicen las fuerzas adhesivas a medida que expulsan sus hilos de seda pegajosa cientos de miles de veces durante la construcción de cada telaraña.
La forma en la que tejen sus telas dos especies tropicales, la Nephila clavipes y la Gasteracantha cancriformis, fue grabada con una cámara de vídeo con lentes de primer plana. Otra cámara de vídeo, junto con un microscopio de disección, ayudó a determinar las fuerzas de adhesión a la tela. Mediante el lavado de patas de araña con hexano y el agua, demostraron que las patas de araña se pegaron con mayor tenacidad cuando el recubrimiento antiadherente fue eliminado.

El cáncer de pulmón en mujeres aumenta un 20% en España en los últimos seis años

Una de las razones de este incremento es que muchas de ellas piensan que engordan si no fuman | El cáncer de pulmón es el tercero en prevalencia tras el de mama y el de colon

Madrid. (EUROPA PRESS).- La incidencia del cáncer de pulmón en mujeres "ha aumentado un 20 por ciento" en España en los últimos seis años, según ha explicado la doctora del Hospital Universitario Vall D'Hebron de Barcelona Enriqueta Felip, en la previa del II Simposio de Cáncer de Pulmón en Mujeres de la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM), que se celebra en Madrid.
La especialista ha subrayado que "en 2006 se produjeron 3.000 nuevos casos de mujeres con cáncer de pulmón", mientras que la doctora del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Pilar Garrido, ha asegurado que "este año habrá 5.000 nuevas enfermas por este tumor". Además, para este 2012 también se estima que 20.000 hombres sean diagnosticados con esta patología.
Las causas de este notable incremento del hábito tabáquico en mujeres -que ICAPEM ha intentado averiguar a través de una encuesta propia realizada aleatoriamente a 1.000 personas- son variadas, pero Garrido encuentra una en que "piensan que engordan si no fuman". A su juicio, "no puede ser más importante tener una figura delgada que los riesgos de producirse un cáncer de pulmón".
Por otra parte, las mujeres que ya fuman no consiguen dejarlo porque al hacerlo aumentan de peso y desisten en su intento. Esta situación queda demostrada con el dato de que "el 70 por ciento de las fumadoras de entre 30 y 44 años han intentado dejarlo sin éxito", afirma la doctora del Hospital de la Santa Creu I Sant Pau, Margarita Majem. Sin embargo, Garrido cree que las féminas "también engordan con el embarazo y no pasa nada". Además, recuerda que fumar "puede producir otros tumores que se tardarían en relatar". El cáncer de laringe o el de esófago son algunos de ellos", especifica.
Tercer tumor con más prevalencia entre las mujeres
Las expertas han señalado que "el objetivo es no llegar a los datos de Estados Unidos", ya que en el país americano la incidencia del tumor se está disparando tanto en hombres como en mujeres. En España el cáncer de pulmón "es el tercero en prevalencia en mujeres tras el de mama y el de colon", mantiene Felip.
No obstante su mortalidad es superior a ambos, ya que "la supervivencia a 5 años es del 16 por ciento", sostiene Felip. Una vez pasado el lustro "no muchas mujeres se curan. Es la tercera causa de muerte en nuestro país", sentencia Majem. Además, la galena se muestra aún más pesimista con los casos que se detectan estando el tumor ya metastatizado, que suponen "el 60 por ciento de todos ellos". En su opinión, éstas sólo esquivan el fallecimiento "en un 5 por ciento aproximadamente". Debido a esta coyuntura, ICAPEM tiene como principal objetivo "difundir estos datos y promulgar la investigación". Pero para ello, la prioridad de la asociación es que las mujeres "sean conscientes de los riesgos que entraña el tabaco", explica Majem.
Según los datos de la encuesta, "hay más mujeres jóvenes fumadoras" que varones en las mismas circunstancias, y "el 42,9 por cientos de las que estudian consumen tabaco habitualmente". Otro dato de las entrevistas efectuadas en el mes de septiembre es que la edad de iniciación en el hábito oscila "entre los 14 y los 18 años en un 58 por ciento de los casos", manifiesta Majem. Por último, la aparición de la enfermedad se ha adelantado, ya que "la media de edad está en los 60 años, y ahora ya están apareciendo mujeres con 35 o 40 en las consultas de oncología", lamenta.
Una de las medidas que se han tomado para reducir el hábito tabáquico entre la sociedad es la aplicación de la Ley Antitabaco, vigente desde el 2 de enero del pasado año. Sin embargo, ésta no ha tenido todo el efecto deseado a pesar de que "el 90 por ciento de los encuestados están de acuerdo con ella", confirma Majem. Por ello, y ante el hecho de que "en los hombres está disminuyendo la incidencia del cáncer de pulmón", Garrido considera que "ayudaría que se hicieran campañas específicas para la mujer fumadora". Además reclama "un acuerdo entre todos los agentes sociales para ver qué más se puede hacer, ya que si desapareciera el tabaco se eliminaría la enfermedad", concluye.

Desentierran un mundo perdido

La Tierra surgió del impacto de meteoritos

Los «ladrillos» a partir de los que se formó la Tierra podrían ser muy distintos de lo que los científicos habían creído hasta ahora

Los "ladrillos" a partir de los que se formó la Tierra podrían ser muy distintos de lo que los científicos habían creído hasta ahora. En efecto, un nuevo estudio sugiere que nuestro planeta surgió a partir de un gran número de colisiones de meteoritos, de varias clases y tamaños. El estudio, llevado a cabo por investigadores franceses, se publica hoy en la revista Science.
La teoría clásica de la formación de la Tierra nos dice que, hace unos 4.500 millones de años, el material sobrante del nacimiento del Sol formó alrededor de la estrella recién nacida un disco de polvo cuyos granos, muy lentamente y debido a su propia gravedad, se fueron agrupando y formando primero pequeñas piedras, después rocas más grandes y por último un embrión planetario, que fue atrayendo más y más material hasta dar forma a la Tierra que conocemos.
También se pensaba que la mayor parte de los cuerpos que se fueron fusionando al "embrión terrestre" se habían formado en un estrecho "corredor" espacial y eran todos muy similares y pertenecientes a una sub familia de meteoritos llamados condritas de enstatita.
La idea se basaba en el hallazgo de un gran número de sorprendentes similitudes entre los diferentes isótopos de elementos como el oxígeno, el níquel y el cromo, entre la Tierra y ese tipo concreto de meteoritos. Los isótopos son átomos de un mismo elemento que tienen, sin embargo, distinto número de neutrones en su núcleo.
Pero una nueva comparación entre isótopos de silicio terrestre y procedente de meteoritos parece sugerir que nuestro planeta está "amasado" a partir de una mezcla muy heterogénea de meteoritos de varias clases. Los geoquímicos Caroline Fitoussi y Bernard Bourdon, de la Ecole Normale Supérieure de Lyon, en Francia, han analizado isótopos de silicio procedentes de distintas rocas del manto terrestre. Y los han comparado después con los mismos isótopos procedentes de rocas lunares (de las muestras traídas a la Tierra en las misiones Apolo) y de meteoritos.
Utilizando modelos informáticos de la formación de la Tierra, los investigadores se dieron cuenta de que para producir la mezcla exacta de isótopos de oxígeno, níquel y cromo hallada en las muestras terrestres era necesario unir por lo menos tres clases diferentes de meteoritos, y no solo una. En otras palabras, no fueron solo las condritas de enstatita las que formaron nuestro planeta.

Formación de la Luna

"Es la primera vez -explica Fitoussi- que se observa una diferencia en la composición isotópica de un elemento entre las condritas de enstatita y la Tierra. Es algo muy diferente a todo lo que se había visto antes".
El hecho, además, de que los isótopos de silicio medidos en rocas terrestres y lunares fueran casi idénticos entre sí sugiere que el material que creó la Luna debió por fuerza formar parte del manto terrestre antes de que surgiera nuestro satélite. De otro modo, los isótopos de ambos cuerpos habrían sido muy diferentes.
La idea respalda y da nueva consistencia a la teoría de que la Luna se formó como consecuencia del impacto de un asteroide gigantesco (probablemente de tamaño similar a Marte) contra nuestro joven mundo.

sábado, 3 de marzo de 2012

Polvo de asteroide bajo el microscopio

Detalle de un grano recogido de la superficie del asteroide. | Universidad de Okayama / JAXASu objetivo era tan ambicioso como difícil de completar con éxito. La sonda japonesa 'Hayabusa' debía recoger muestras de rocas del asteroide 25143 Itowaka y traerlas a la Tierra. Finalmente, en junio de 2010 y tras siete años de viaje, regresó con una pequeña muestra de polvo de la superficie del asteroide, la primera que se consigue traer de un objeto más lejano que la Luna.Veinte meses después de que la nave volviera a la Tierra, un equipo de investigadores japoneses ha ofrecido los primeros resultados del análisis de una pequeña parte de estas muestra. Sus conclusiones se publican en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
El estudio de cinco de los 1.500 granos líticos (pequeñas partículas de material sólido) recogidos por la sonda ha revelado cráteres minúsculos y partículas adheridas, a escalas entre la micra y el nanómetro. Según sugieren los autores, los impactos de estas partículas juegan un importante papel en la evolución de los asteroides y otros objetos interplanetarios, y contribuyen a modelarlos.
Jesús Martínez-Frías, director del departamento de Planetología y Habitabilidad del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), destaca que este estudio ha permitido "analizar, por primera vez, las propiedades de los asteroides y los impactos cosmogénicos, y sus consecuencias texturales, mineralógicas y geoquímicas a escala micro y nanométrica". El científico considera que "se trata de una de una investigación de gran interés, cuya principal limitación radica en la escasez del material analizado".

Hallazgo 'espectacular'

Por su parte, Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional, califica de "espectacular la detección de esos micro y nanocráteres en la superficie de los granos y, lo que es más interesante, la posibilidad de estudiar las partículas interplanetarias que han quedado adheridas en el asteroide, muy difíciles de colectar de otra manera. La importancia de las colisiones en la evolución de los asteroides es del dominio público, pero el efecto de estas micro y nanocolisiones se pone ahora de manifiesto por vez primera".
Según el astrónomo, aunque son muy ligeros, "estos proyectiles parecen animados por altísimas velocidades. Un gran número de ellos puede ser capaz de crear un efecto muy significativo alterando la superficie de los asteroides. El fenómeno físico podría ser algo similar al que se produce con los chorros de arena que se utilizan para limpiar superficies [fachadas, metales, etc.] en trabajos industriales", compara.
Para Bachiller, "resulta sorprendente que el proceso de adherencia de partículas tenga tanta importancia en un pequeño cuerpo como el Itokawa [unos 500 metros de tamaño], donde la velocidad de escape es tan solo de 0,2 metros/segundo [mucho menor que, por ejemplo, en la Luna], lo que debería favorecer la expulsión de material al espacio exterior tras cada colisión".

Colaboración internacional

El polvo que Japón tiene en sus manos supone una valiosísima fuente para estudiar los asteroides. Por ello, la agencia espacial nipona, JAXA, ofrece a los investigadores de todo el mundo la posibilidad de participar en su análisis.
La ambiciosa misión 'Hayabusa' para traer por primera vez a la Tierra rocas de un asteroide fue un éxito parcial para Japón. Por un lado, consiguió que la sonda completara su largo viaje, llegara a su destino y regresara a nuestro planeta. Sin embargo, sólo pudo traer una pequeña cantidad de polvo de la superficie.
"Aunque 'Hayabusa' no haya podido traer rocas, no hay que restarle importancia. Es la primera vez que se trae material de más allá de la Luna. Las otras misiones comparables han sido la 'Stardust', de la NASA, que trajo granos de polvo de la cola de un cometa, y la malograda 'Fobos-Grunt' de la agencia rusa, Roscosmos".
El ambicioso objetivo de la nave rusa era recoger muestras de Fobos, una de las dos lunas de Marte, y traerlas de vuelta a la Tierra. Sin embargo, un fallo técnico impidió que se situara en la órbita adecuada y dos meses después de su lanzamiento, los restos de la sonda cayeron en el Pacífico.
Bachiller considera que el complicado experimento que acaban de hacer los nipones "ilustra el grado de madurez de la tecnología espacial japonesa" y considera que la Agencia Espacial Europea (ESA) debería reforzar los lazos de colaboración con su homóloga japonesa (JAXA).

Reconstruyen el fósil de un pingüino prehistórico gigante

Ilustración que muestra a dos pingüinos y un delfín de hace 25 millones de años. | Chris Gaskin / Otago UniversityDespués de 35 años, se ha logrado completar la reconstrucción de un fósil gigante de pingüino, ofreciendo a los investigadores nueva información sobre la diversidad de los pingüinos prehistóricos. Los huesos fueron recogidos en 1977 por el doctor Ewan Fordyce, paleontólogo de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda. En 2009 y 2011, el doctor Dan Ksepka, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, y el doctor Paul Brinkman, viajaron a Nueva Zelanda para ayudar en la reconstrucción del fósil de pingüino; y ahora, han publicado sus hallazgos en el 'Journal of Vertebrate Paleontology'.
Los investigadores apodaron Kairuku al pingüino, una palabra maorí que se traduce como "buzo que regresa con comida". Ksepka se interesó en el fósil porque su forma corporal es diferente a la de todos los pingüinos conocidos, tanto vivos como extintos. Además, el investigador también estaba interesado en la diversidad de las especies de pingüinos que vivían en lo que hoy es Nueva Zelanda, durante el período Oligoceno, que tuvo lugar hace, aproximadamente, 25 millones de años.
Según Ksepka, "Nueva Zelanda fue un lugar ideal para los pingüinos en términos de alimentos y seguridad. La mayor parte de la isla estaba bajo el agua en ese momento, dejando masas rocosas aisladas que mantenían a los pingüinos a salvo de los depredadores, y les proporcionaban comida abundante". Kairuku fue una de las, al menos, cinco especies diferentes de pingüinos que vivieron en Nueva Zelanda durante el mismo período -esta diversidad de especies fue lo que hizo difícil la reconstrucción.
Otago University
Otago University
Uno de los fósiles usados para la reconstrucción
"Kairuku era un ave elegante para los estándares de los pingüinos, con un cuerpo delgado y aletas largas, pero patas cortas y gruesas", explica Ksepka. Los investigadores realizaron la reconstrucción a partir de dos fósiles de Kairuku, por separado, utilizando el esqueleto de un pingüino rey actual, como modelo. El resultado fue un pájaro alto, de pico y aletas alargados - sin duda, la mayor de las cinco especies que eran comunes en la zona durante el Oligoceno.
Nueva Zelanda contiene fósiles excepcionales, que dan pistas importantes sobre la historia de los pingüinos y otras criaturas marinas. Ksepka espera que la reconstrucción de Kairuku dé a otros paleontólogos más información acerca de otros fósiles en la misma zona, así como un mejor conocimiento sobre las especies de pingüinos gigantes.

Descubren una nueva técnica para buscar vida extraterrestre en otros planetas

Un estudio, con participación del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha descrito una novedosa técnica que podría llevar al descubrimiento de vida extraterrestre en otros planetas. Entre otros marcadores, este nuevo sistema, que se presenta en el último número de la revista 'Nature', incluso es capaz de detectar si un planeta tiene vegetación.
Según han explicado los autores del hallazgo, la clave del trabajo ha sido estudiar la Tierra de forma indirecta, es decir, a través del reflejo que proyecta sobre su satélite, la Luna.
"El sol brilla sobre la Tierra y esta luz se refleja a su vez sobre la superficie lunar. El satélite, por tanto, actúa como un gran espejo que devuelve la luz terrestre hacia el planeta", ha explicado el investigador del Observatorio Europeo Austral (ESO) y principal autor del trabajo, Michael Sterzik.
El equipo ha investigado el fenómeno con el Very Large Telescope (VLT), ubicado en el desierto de Atacama (Chile) con el fin de encontrar indicadores, como por ejemplo, ciertas combinaciones de gases en la atmósfera terrestre, que se consideran indicios de vida orgánica. El objetivo era convertir la Tierra en una referencia para la búsqueda de vida en otros planetas más allá del Sistema Solar.
Recreación del reflejo que proyecta la Tierra sobre la Luna. | ESOA diferencia de investigaciones anteriores, la nueva técnica explota la polarización (orientación de los campos magnéticos y eléctricos de la luz). Cuando la luz solar se refleja sobre la Tierra, queda polarizada. Y, según la superficie sobre la que se refleje (hielo, nubes, tierra y océanos), se polariza en un grado determinado.

Método sencillo

Los científicos han indicado que esta nueva forma de buscar vida extraterrestre trata de vencer las dificultades que entrañan los métodos convencionales: la luz de un exoplaneta distante es muy difícil de analizar porque es eclipsada por el potente resplandor de la estrella que lo ilumina.
En este sentido, el investigador del Observatorio de Armagh (Reino Unido), Stefano Bagnulo, ha explicado que "este sistema es comparable a tratar de observar un grano de polvo junto a una bombilla potente". "Sin embargo, el reflejo del planeta sobre su satélite está polarizado (orientado en una dirección), lo que permite su análisis de forma sencilla mediante técnicas polarimétricas", ha apuntado.
Para los expertos la clave de este proyecto es que se analizó la luz que reflejaba la Tierra sobre la Luna como si fuera la primera vez. Ésto llevó a los astrónomos a concluir que la atmósfera terrestre es parcialmente nubosa, que parte de su superficie está cubierta por océanos y otro dato especialmente crucial es que hay que hay vegetación.
El investigador del IAC, Enric Palle, ha indicado que, "si existe, encontrar vida fuera del Sistema Solar depende exclusivamente de disponer de técnicas adecuadas". Así, a su juicio, "este trabajo es un paso importante para alcanzar esa capacidad".
El equipo admite que este nuevo método no arrojará datos sobre "hombrecillos verdes" o "vida inteligente", pero su aplicación en las nuevas generaciones de telescopios -más potentes- "podría fácilmente brindar a la humanidad la noticia de que hay vida más allá de su planeta