Desde hace aproximadamente un mes, el gobierno de EEUU y la comunidad científica -encabezada por las revistas 'Nature' y 'Science'- mantienen un intenso debate sobre hasta qué punto deben publicarse los resultados de las investigaciones que analizan cómo el virus H5N1, el más peligroso de los de la gripe aviar, puede mutar y convertirse en un agente fácilmente transmisible por el aire.
El pasado 20 de enero, las autoridades estadounidenses pidieron a las citadas publicaciones científicas que no dieran detalles sobre dos estudios que probaban cómo el patógeno puede transformarse en una amenaza real para la salud global alegando que si esa información llegaba a manos inadecuadas, podría convertirse en un arma de bioterrorismo.
Las revistas protestaron ante los intentos de censura, abriendo un debate sobre la manera de proceder y remarcando que, en cualquier caso, sería necesario establecer unos mecanismos claros y transparentes para que la información completa de las investigaciones pudiera llegar sin trabas a investigadores de probada legitimidad.
Desde entonces, el gobierno estadounidense, la Organización Mundial de la Salud y otros organismos sanitarios han intentado establecer esta 'línea de comunicación segura' sin que, hasta el momento, se haya llegado a una conclusión definitiva.
Parón de 60 días
Ante esta polémica y el miedo generado entre la población, los principales investigadores sobre la gripe y sus mutaciones han hecho una llamamiento global que se interrumpan momentáneamente todos los estudios que se están llevando a cabo con agentes especialmente patógenos. Ese 'parón', que duraría 60 días, permitiría tener el tiempo suficiente para reflexionar sobre los pasos a seguir y las opciones a valorar, tal y como aseguran en un comunicado conjunto publicado en 'Nature' y 'Science'.Entre los firmantes de este comunicado figuran algunos de los principales investigadores sobre gripe aviar en todo el mundo, incluyendo los autores de los dos trabajos que iniciaron la controversia.
Los dos equipos implicados en las controvertidas investigaciones cesarán sus investigaciones durante este periodo. El primero está en un laboratorio en el centro médico universitario Erasmo de Rotterdam (Países Bajos). El pasado septiembre anunció que había creado una mutación del virus de la gripe aviar que era potencialmente capaz, por primera vez, de transmitirse fácilmente entre mamíferos y probablemente entre humanos.
La decisión fue "totalmente voluntaria", según aseguró el virólogo Ron Fouchier, del centro holandés. "Es lo correcto, dada la controversia", aseguró.
En el documento, estos científicos aseguran que están tratando organizar un foro internacional en el que se debaten los riegos y beneficios de esta investigación. "Reconocemos que tanto nosotros como el resto de la comunidad científica necesitamos explicar claramente los beneficios de esta importante investigación y las medidas tomadas para minimizar sus posibles riesgos", señalan.
En declaraciones a 'Nature', Michael Osterhol, responsable del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota (EEUU) ha alabado la medida, aunque ha dudado de que la duración de la pausa sea la suficiente. Según sus palabras, es un tiempo demasiado corto para establecer una política internacional sobre el tema. Además, señala, el documento tampoco menciona qué pasa con las investigaciones que ya estén terminadas y pendientes de publicación
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