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jueves, 29 de septiembre de 2011

Una vacuna española contra el VIH logra una respuesta inmune del 90%

Un ensayo clínico revela la eficacia inmunitaria del candidato español MVA-B como vacuna preventiva contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El 90% de los voluntarios sometidos al compuesto, elaborado y patentado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha desarrollado una respuesta inmune al virus y el 85% de ellos la ha mantenido durante, al menos, un año. Su seguridad y eficacia son descritas en sendos artículos en las revistas Vaccine y Journal of Virology.

En 2008, la MVA-B demostró una alta eficacia en ratones y macacos, y protección contra el
virus de la inmunodeficiencia del simio (
SIV). Este hallazgo ha motivado la ejecución del ensayo clínico en 30 voluntarios sanos, dirigido por el Hospital Clínic de Barcelona y con el Gregorio Marañón de Madrid. Gracias a su alta respuesta inmunológica en humanos, el equipo iniciará con la Red de Investigación del Sida un ensayo clínico en fase I con voluntarios infectados con VIH para comprobar su eficacia como vacuna terapéutica, según ha informado el CSIC en un comunicado de prensa.

El éxito del tratamiento se basa en que el sistema inmunológico puede quedar entrenado para responder frente a partículas del virus y células infectadas de forma duradera. El investigador en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC Mariano Esteban, responsable del desarrollo del compuesto, explica: “MVA-B ha demostrado que es tan potente o mejor que las vacunas actualmente en estudio”. “Los resultados deben ser tomados con cautela ya que el tratamiento sólo se ha probado en 30 voluntarios y, aunque estimula una respuesta potente en la mayoría de los casos, es pronto para predecir si las defensas inducidas prevendrán la infección”, matiza el doctor responsable del equipo de investigación del Clínic, Felipe García.

El origen de la vacuna

En 1999, el equipo de investigación de Esteban comenzó a trabajar en el desarrollo y preclínica de MVA-B, que recibe su nombre de su composición a partir del virus Vaccinia Modificado de Ankara (MVA). Se trata de un virus atenuado que se usó para erradicar la viruela y que sirve de modelo en la investigación de múltiples vacunas. La B procede del subtipo de VIH contra el que lucha, el más prevalente en Europa. El desarrollo de la MVA-B se basa en la introducción de cuatro genes del VIH (Gag, Pol, Nef y Env) en la secuencia genética de vaccinia. Un sistema inmunitario sano reacciona frente al MVA, y los genes de VIH insertados en su ADN no son capaces de infectar a seres humanos, lo que garantiza la seguridad del ensayo clínico.

La inoculación de la vacuna en un voluntario sano pretende entrenar su sistema inmunológico para detectar y aprender a combatir esos componentes del virus. Según Esteban, “es como si le enseñáramos una foto del VIH para que sea capaz de reconocerlo si se lo encuentra en el futuro”. Las células principales de este experimento son los linfocitos T y B. Son los soldados encargados de detectar las sustancias extrañas que se introducen en el organismo y enviar la señalización necesaria para destruirlas. “Nuestro organismo está repleto de linfocitos, cada uno programado para luchar contra un patógeno diferente”, comenta Esteban. Por ello, “es necesario someterlos a un entrenamiento cuando se trata de un patógeno al que no pueden vencer de forma natural, como es el VIH”, añade.

Los
linfocitos B son los responsables de la respuesta inmunológica humoral, cuya producción de anticuerpos actúa sobre las partículas del VIH antes de que penetren e infecten una célula. Se anclan a su estructura superficial y lo bloquean. Los análisis de sangre en la semana 48 del tratamiento revelan que el 72,7% de los voluntarios tratados mantienen anticuerpos específicos contra el VIH.
Por su parte, los linfocitos T controlan la respuesta inmunológica celular, encargada de detectar y destruir a las células infectadas con VIH. Para comprobar su respuesta defensiva frente a la vacuna, se midió su producción de la proteína inmunitaria interferón gamma. Los análisis realizados en la semana 48 del tratamiento, 32 semanas después de la última inoculación de la vacuna, revelan que dicha producción por parte de los linfocitos T CD4+ y CD8+ del grupo vacunado es del 38,5% y 69,2% respectivamente, frente al 0% del grupo control.

Para que una vacuna sea verdaderamente efectiva, aparte de la capacidad defensiva del sistema inmunitario, requiere poder generar en él una respuesta duradera contra futuros ataques. Para ello, el organismo debe ser capaz de mantener un nivel básico de linfocitos T de memoria. Dichos linfocitos, generados a raíz de un primer ataque por parte de un patógeno, son soldados veteranos que pueden circular durante años por el organismo preparados para responder ante una nueva incursión del enemigo.

Los análisis en los individuos vacunados en la semana 48 revelan que más del 50% de los linfocitos T CD4+ y CD8+ eran de efecto memoria. Este dato concuerda con el 85% de los pacientes que mantuvo su respuesta inmunitaria en este punto del ensayo.

El cometa Elenin y el día del fin del mundo

Hoy, el famoso cometa, la Tierra y el Sol están por fin alineados y, lejos de producirse una oleada de destrucción masiva, la mayor perjudicada es la roca espacial

El cometa Elenin no destruirá la Tierra

Un cometa desconocido podría amenazar la Tierra

Día 27. El «día D». El cometa Elenin está alineado con la Tierra y el Sol. Podría trazarse una línea recta que tocara a la vez los tres cuerpos celestes. Es la señal, para los apocalípticos y amigos de los rumores sin fundamento, del comienzo de una oleada de muerte y destrucción. Erupciones masivas, grandes terremotos, tsunamis, llamaradas solares como rayos de un dios justiciero... Con la excepción de las tormentas solares de estos días -que, de momento, lo único que han provocado son bellas auroras boreales- no ha habido ningún gran desastre, ninguno más allá de lo habitual, y el mundo sigue, mal que bien, su ya de por sí dificultoso camino. En realidad, la principal víctima es el propio Elenin. Consumido por la radiación solar, el cometa se está desintegrando y es probable que pronto se reduzca a la nada. Esa es la catástrofe. No hay más.
A unos 50 millones de kilómetros de distancia, el Elenin se acerca a la Tierra a casi 90.000 kilómetros por hora y se espera que su máxima aproximación a nuestro planeta se produzca el 16 de octubre. Pero es hoy, ya alineado con la Tierra y el Sol, cuando su presencia resultaba más inquietante. Algunos «científicos» (entre ellos Mensur Omerbashib) afirmaban que cuando se producen ciertas alineaciones astronómicas la Tierra sufre seísmos de magnitud superior a 6 por un supuesto «fenómeno de magnificación de la resonancia». Otros creen que este cometa es Niburu, un planeta desconocido del Sistema Solar que pasa cerca cada miles de años causando grandes desastres y extinciones masivas. El cometa da para todo tipo de leyendas y teorías a cada cual más asombrosa.

Pequeño y débil

La NASA publicó en agosto un comunicado poniendo las cosas en su sitio. Para empezar, el cometa, procedente de la nube de Oort, una remota región del Sistema Solar, solo tiene 3,5 kilómetros de diámetro. Es demasiado pequeño como para alterar la órbita de un planeta o provocar terremotos. Y no lo vamos a tener más cerca de 35 millones de kilómetros de distancia. No existe razón para la alarma ni hay forma alguna de que perjudique a la Tierra.
En realidad, el cometa Elenin es tan débil que se está desintegrando. Imágenes tomadas por astrónomos aficionados revelan que cada vez brilla menos, lo que significa que ha salido muy perjudicado de su máxima aproximación al Sol. El cometa ha perdido cohesión y sus posibilidades de supervivencia son muy escasas. Es muy probable que no vuelva a acercarse al astro rey.

El salvaje origen de Mercurio

Desde que la misión Mariner 10 de la NASA enviara las primeras imágenes de Mercurio en 1974, los científicos han estado fascinados por el planeta más pequeño y próximo al Sol del Sistema Solar. Otra sonda, la Messenger, lanzada en 2004 y que sobrevuela este extraño mundo desde el pasado marzo, ha comenzado a cambiar las preguntas por respuestas. La nave está proporcionando a los investigadores una ingente cantidad de datos que, poco a poco, les permiten describir con más precisión el paisaje y la historia geológica de Mercurio. En esta ocasión, la revista Science publica siete investigaciones diferentes que recogen una variedad de nuevos hallazgos a partir del estudio de la información proporcionada por Messenger. Uno de los más fascinantes es la existencia en el pasado del planeta de una actividad volcánica tan violenta en su polo norte que la lava que fue expulsada cubriría el 60% del territorio continental de EE.UU. y podría enterrar el estado de Texas a más de 6 kilómetros de profundidad.
Si los científicos ya sabían que Mercurio soportaba tormentas magnéticas de gran intensidad que destrozarían la Tierra y una extraña atmósfera ionizada, ahora saben que, además, en sus orígenes, hace de 3,5 a 4.000 millones de años, su polo norte era un infierno sepultado en lava. Investigadores de la Universidad de Brown han descubierto que las lisas planicies de las latitudes altas del norte del planeta son el resultado del trabajo de potentes volcanes. Grandes cantidades de lava fueron derramadas por los cráteres en la superficie del planeta, inundando el entorno, las llanuras bajas, como si se tratara de una bañera.
Nada que ver con Hawai
Los flujos de lava llenaron cráteres de más de una milla de profundidad (1,6 kilómetros) en un área que cubriría casi el 60% del territorio continental de EE.UU. El estado de Texas, que tiene una superficie de casi 700.000 km², quedaría sepultado por una capa de lava de 6,4 kilómetros de grosor.
«No debemos pensar en un volcán como los que vemos en Hawai, estos son muy difíciles de entender en el contexto de las actuales condiciones de erupción en la Tierra», dice James W. Head, profesor de ciencias geológicas en Brown. En Mercurio, la lava salía mucho más rápidamente, cubriéndolo todo. Según los investigadores, los flujos de lava nos dan una idea sobre cómo nacen los planetas, su evolución, o si todavía están activos. «Por ejemplo, en la Luna, hemos visto muy poca evidencia de actividad volcánica en los últimos 3 millones de años».
Los datos de Messenger han permitido dar una explicación a las suaves llanuras que cubren parte de la superficie de Mercurio, pero no es lo único que los investigadores han descubierto. Los datos también demuestran que la composición de la superficie del planeta es diferente del de los otros planetas terrestres. Por ejemplo, tiene mucho más azufre que la Tierra o la Luna. Los investigadores creen que Mercurio podría haberse formado con pocos materiales precursores.

martes, 27 de septiembre de 2011

Los neutrinos ¿Más rápidos que la luz?

En un experimento que amenaza con derrumbar el principio básico de la teoría de la relatividad, y por lo tanto de nuestra comprensión actual del universo, unas pequeñas partículas llamadas neutrinos parecen haber viajado más rápido que la luz entre Suiza e Italia.
Los neutrinos han recorrido 730 kilómetros bajo tierra desde el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) en Ginebra hasta el detector del experimento Opera ubicado bajo el macizo de Gran Sasso. Para sorpresa de los físicos que trabajan en el experimento, las partículas han llegado antes de lo esperado.
No mucho antes: apenas unos 60 nanosegundos más pronto que si hubieran viajado a la velocidad de la luz (un nanosegundo es un millón de veces más breve que una milésima de segundo). Esta diferencia significa que los neutrinos han ido un 0,0025% más rápido que la luz.
La diferencia es pequeña, pero es un sacrilegio: la velocidad de la luz se considera imposible de superar desde que Albert Einstein formuló la teoría de la relatividad en 1905.
El exceso de velocidad de los neutrinos sólo admite dos explicaciones posibles. Una, improbable, es que los investigadores del experimento Opera se hayan equivocado. Pero han analizado datos de más de 15.000 neutrinos captados en el detector a lo largo de tres años y se han asegurado de que las mediciones están bien hechas. Según Matteo Cavalli, director del Institut de Física d'Altes Energies (IFAE) en el campus de la UAB, "han hecho un trabajo fantástico; he leído el artículo científico y he seguido la teleconferencia en la que han presentado sus resultados y no soy capaz de encontrar ningún error".
La segunda explicación, aún más improbable, es que fuera Einstein quien estuviera equivocado. Si se confirma que los neutrinos pueden ir más rápido que la luz, "las consecuencias serían enormes", explica Cavalli. "Echaría por tierra los fundamentos sobre los que hemos construido la física en el último siglo, sería una revolución".
Por ejemplo, se podría viajar al pasado. El propio Einstein ya llegó a la conclusión de que, si se pudiera transmitir algo más rápido que la luz, se podría "enviar un telegrama al pasado". La razón es que "el límite de velocidad de la luz protege la ley de causa y efecto", según explicó ayer a Reuters Jeff Forshaw, de la Universidad de Manchester (Reino Unido).
El experimento Opera ha causado un gran revuelo entre físicos de todo el mundo después de que el artículo científico en que se detallan los resultados fuera colgado en internet el jueves por la noche. Los autores de la investigación invitaron a la comunidad científica a participar ayer en una teleconferencia en la que expusieron su trabajo. Fueron sometidos a lo más parecido a un tercer grado que puede sufrir un científico, pero nadie pudo encontrar fallos en el experimento.
La opinión dominante, compartida por los propios autores de la investigación, es que los resultados deben de ser erróneos y que sería prematuro cuestionar la teoría de la relatividad.
Aunque los resultados acaben siendo erróneos, esto no significa que los investigadores de Opera hayan hecho nada mal. "Han hecho lo correcto", dijo ayer Cavalli, que tampoco cree que los neutrinos puedan ir más rápido que la luz.

Estructura y composición del Sol


Desde la Tierra sólo vemos la capa exterior. Se llama fotosfera y tiene una temperatura de unos 6.000 ºC, con zonas más frías (4.000 ºC) que llamamos manchas solares. El Sol es una bola que puede dividirse en capas concéntricas. De dentro a fuera son:

Núcleo: es la zona del Sol donde se produce la fusión nuclear debido a la alta temperatura, es decir, el generador de la energía del Sol.

Zona Radiativa:: las partículas que transportan la energía (fotones) intentan escapar al exterior en un viaje que puede durar unos 100.000 años debido a que éstos fotones son absorbidos continuamente y reemitidos en otra dirección distinta a la que tenían.

Zona Convectiva: en ésta zona se produce el fenómeno de la convección, es decir, columnas de gas caliente ascienden hasta la superficie, se enfrían y vuelven a descender.

Fotosfera: es una capa delgada, de unos 300 Km, que es la parte del Sol que nosotros vemos, la superfície. Desde aquí se irradia luz y calor al espacio. La temperatura es de unos 5.000°C. En la fotosfera aparecen las manchas oscuras y las fáculas que son regiones brillantes alrededor de las manchas, con una temperatura superior a la normal de la fotosfera y que están relacionadas con los campos magnéticos del Sol.

Cromosfera: sólo puede ser vista en la totalidad de un eclipse de Sol. Es de color rojizo, de densidad muy baja y de temperatura altísima, de medio millon de grados. Esta formada por gases enrarecidos y en ella existen fortísimos campos magnéticos.

Corona: capa de gran extensión, temperaturas altas y de bajísima densidad. Está formada por gases enrarecidos y gigantescos campos magnéticos que varían su forma de hora en hora. Ésta capa es impresionante vista durante la fase de totalidad de un eclipse de Sol.
Componentes químicos 
 Símbolo 
 % 
Hidrógeno 
 H 
 92,1 
Helio 
 He 
 7,8 
Oxígeno 
 O 
 0,061 
Carbono 
 C 
 0,03 
Nitrógeno 
 N 
 0,0084 
Neón 
 Ne 
 0,0076 
Hierro 
 Fe 
 0,0037 
Silicio 
 Si 
 0,0031 
Magnesio 
 Mg 
 0,0024 
Azufre 
 S 
 0,0015 
Otros 
  
 0,0015 

sábado, 24 de septiembre de 2011

Más datos sobre la época en que las primeras estrellas del Universo comenzaron a brillar.

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Después de la creación del universo por el Big Bang hace 13.000 millones de años, el cosmos quedó sumido en la oscuridad. No había ni estrellas ni galaxias. Sólo existía el gas (mayormente hidrógeno) que quedó después del Big Bang. Con el tiempo, esa época llegó a su fin. Eso ocurrió cuando las primeras estrellas se encendieron y su radiación convirtió en iones a los átomos de gas de las cercanías. Un experimento llevado a cabo recientemente ha permitido desvelar algunos detalles de esa época fascinante del universo, la de cuando se hizo la luz

Esa fase de la historia del universo en que las primeras estrellas comenzaron a funcionar como tales y a emitir su resplandor, se llama la Época de la Reionización, y está íntimamente ligada a muchas cuestiones fundamentales de la cosmología. Pero mirar hacia tan atrás en el tiempo presenta numerosos desafíos observacionales. Judd Bowman, de la Universidad Estatal de Arizona, y Alan Rogers, de Instituto de Tecnología de Massachusetts, han llevado a cabo un experimento diseñado para detectar una señal, nunca antes vista, de esa época arcaica de la reionización del universo. La señal está presente en las ondas de radio emitidas por el hidrógeno que existió entre las primeras galaxias. Algunas de esas ondas de radio están llegando a la Tierra hoy en día, y ciertas características de las ondas pueden aportar datos decisivos sobre la Época de la Reionización.

A medida que se formaron las galaxias, ionizaron el hidrógeno primordial alrededor de ellas y causaron que esa señal de radio característica y casi omnipresente del hidrógeno desapareciera. Por lo tanto, verificando si la línea estaba presente o no en ciertas épocas (lo que se logra observando a las distancias correspondientes en años-luz), los astrónomos pueden obtener indirectamente datos acerca de las primeras galaxias y cómo evolucionaron en el universo temprano.

Los primeros resultados obtenidos por Bowman y Rogers indican que el gas no ionizado tardó al menos 5 millones de años en ionizarse.


El primer planeta con dos soles

Descubierto por la nave Kepler de la NASA, orbita un par de estrellas a 200 años luz de la Tierra

El observatorio espacial Kepler de la NASA ha descubierto, a 200 años luz de distancia de la Tierra, un planeta que, aunque frío y gaseoso en vez de un tórrido desierto, es lo más parecido al mundo ficticio Tatooine, el hogar del joven Skywalker, que los astrónomos han encontrado jamás. Como ocurre en StarWars, el nuevo Kepler-16b también tiene dos soles, con la diferencia de que los suyos son absolutamente reales. Se trata del primer planeta circumbinario -que orbita no una, sino dos estrellas- cuya existencia ha podido ser confirmada por los científicos.
«Una vez más, encontramos que nuestro Sistema Solar es solo un ejemplo de la variedad de sistemas planetarios que la naturaleza puede crear», afirma Josh Carter, del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica (CfA). Antes de que Kepler-16b apareciera en escena, otros planetas habían sido sospechosos de ser iluminados por dos soles, pero su tránsito nunca había sido detectado.
Dar con Kepler-16b no fue nada fácil. Según relatan en la revista Science, los astrónomos se dieron cuenta de la presencia de las dos estrellas porque se eclipsaban la una a la otra periódicamente. Un primer eclipse sucedía cuando la estrella más grande estaba parcialmente bloqueada por la pequeña y el segundo se producía cuando la pequeña quedaba completamente bloqueada por la grande. Sin embargo, observaron que el brillo del sistema disminuía sin un motivo aparente en intervalos irregulares, cuando no tocaba. Esto les hizo pensar que había un tercer objeto en discordia que, al pasar por delante, se delataba. Como las estrellas se encontraban en diferentes posiciones en su órbita cada vez que el tercer cuerpo hacía aparición, los investigadores dedujeron que el extraño compañero daba vueltas alrededor no de una, sino de las dos estrellas.
Las dos estrellas se orbitan entre sí cada 41 días a una distancia media de 21 millones de millas, mientras que el planeta Kepler 16-b las orbita cada 229 días a 65 millones de millas (similar en número de días a la órbita de Venus). El nuevo mundo es parecido a Saturno tanto en tamaño como en masa y, posiblemente, es bastante frío, con una temperatura en la superficie que oscila entre -100 y -150 grados Fahrenheit, ya que sus dos soles son considerablemente más pequeños y fríos que el nuestro. Es muy difícil que reúna condiciones para la vida, pero su hallazgo demuestra la diversidad de planetas en nuestra galaxia.
«Este descubrimiento es asombroso», afirma Alan Boss, investigador del Instituto Carnegie para la Ciencia. «Una vez más, lo que antes solo era ciencia ficción se ha convertido en realidad».
                                                                                  

Así será el impacto del satélite UARS contra la Tierra

El punto exacto no podrá determinarse hasta dos horas antes. De los 150 fragmentos en los que se romperá, 26 sobrevivirán a la entrada en la atmósfera. Las partes que caigan pesarán en total 532 kilogramos

Los restos del satélite UARS no caerán sobre Estados Unidos, según reveló la NASA esta madrugada. El ingenio se precipitará sobre algún otro lugar del planeta, aunque el punto exacto no podrá determinarse hasta dos horas antes del impacto. De los 150 fragmentos en los que se romperá el satélite, 26 sobrevivirán a la entrada en la atmósfera. En total, las partes que caigan pesarán 532 kg.
A medida que se acerca el momento de su impacto, la NASA va revelando nuevos detalles sobre la caída de su satélite de observación atmosférica UARS, un ingenio del tamaño de un autobús (diez metros de largo por cuatro y medio de ancho) y un peso de 6.500 kg. que fue desactivado en 2005 y que desde entonces, igual que otros muchos ingenios espaciales, vuela a la deriva alredor de la Tierra en una órbita que le llevará inevitablemente a estrellarse.
Durante la madrugada de ayer (por la tarde en EE.UU), la agencia espacial tranquilizó a los norteamericanos y afirmó que el UARS no estará sobrevolando los Estados Unidos en el momento de su reentrada en la atmósfera. Los norteamericanos, pues, pueden estar tranquilos. No así el resto de los ciudadanos del mundo, que en algún momento de la tarde de mañana, viernes, (hora EDT, en España será de noche), podrían ver una brillante bola de fuego volando sobre sus cabezas y estrellándose contra el suelo.
Cuando penetre en la atmósfera y se encuentre a una altura comprendida entre los 45 y los 80 km., el satélite se romperá por lo menos en 150 pedazos diferentes. La mayor parte de ellos se quemará antes de caer al suelo, pero 26 de esos fragmentos (los que están fabricados con berilio, titanio y acero) sobrevivirán a la entrada y caerán a tierra, quedando esparcidos en un radio de unos mil kilómetros.
Sin embargo, no hay modo de saber exactamente en qué lugar del planeta se encuentra esa área de caída. Y no podrá saberse hasta dos horas antes del impacto. La agencia espacial rusa se aventuraba anoche a decir que será en el mar, cerca de Papúa Nueva Guinea, pero la NASA no quiso ayer confirmar este punto. Existe demasiada incertidumbre, y será así hasta casi el último momento, ya que los factores en juego son muchos y muy variables. Las únicas regiones que quedan excluídas son las polares: Groenlandia en el norte y la Antártida en el sur. Más allá de eso no es posible realizar predicciones fiables.
Es necesario tener en cuenta que en estos momentos el UARS gira sobre sí mismo como una peonza (como se aprecia en el vídeo sobre estas líneas, captado por un astrónomo aficionado), lo cual implica que no se conocerá su ángulo de entrada hasta el último momento. La resistencia de la atmósfera y la acción del viento solar son otros de los factores a tener en cuenta y que podrían modificar la trayectoria prevista. Así que habrá que esperar.
En cuanto al riesgo de que algún fragmento pueda herir a alguna persona, las probabilidades se han estimado en una entre 3.200. Es decir que hay una sola posibilidad entre 3.200 de que una persona (cualquier persona) pueda resultar herida. Y si damos por bueno que la población mundial es de 7.000 millones de personas, ese número significa que sólo existe una posibilidad entre 22.400.000.000.000 de que esa persona sea precisamente usted (o yo). A medida que se vaya precisando el área de caída, el número de probabilidades aumentará para los habitantes de ese área concreta y se convertirá en cero para los que viven en cualquier otra parte del planeta.

martes, 20 de septiembre de 2011

Un Gen Cerebral Capaz de Determinar el Sexo del Individuo

La ciencia está un paso más cerca de desentrañar el misterio del desarrollo sexual humano, gracias a los resultados de una investigación que muestra cómo crear ratones macho sin el cromosoma Y, a través de la activación de un antiguo gen del cerebro.

Por lo general, los machos tienen un cromosoma Y así como un cromosoma X, mientras que las hembras tienen dos cromosomas X. Un solo gen en el cromosoma Y, llamado SRY, activa el desarrollo de los testículos en el embrión, y cuando estos comienzan a formarse, el resto del embrión se convierte también en masculino.

Sin embargo, un equipo de investigadores de la Universidad de Adelaida, Australia, y sus colegas de otras instituciones, han descubierto la forma de crear un ratón macho sin el cromosoma Y, recurriendo a la activación de un solo gen, llamado SOX3, en el feto en desarrollo. El SOX3 es conocido por su importancia para el desarrollo cerebral, pero no se había demostrado hasta ahora que es capaz también de poner en marcha el proceso que conduce hacia Asimismo, se ha demostrado por primera vez que algunos pacientes humanos con trastornos del desarrollo sexual presentan cambios en la versión humana del mismo gen.

El cromosoma Y contiene el gen SRY, que funciona como un interruptor genético para activar, durante el desarrollo embrionario, el proceso de convertirse en macho.

El interruptor genético SRY es exclusivo de los mamíferos y se cree que evolucionó a partir del gen SOX3 durante las fases iniciales de la evolución de éstos.

En sus experimentos, Paul Thomas de la Facultad de Ciencias Biomédicas y Moleculares de la Universidad de Adelaida, y sus colegas, han obtenido ratones macho con dos cromosomas X, gracias a la activación artificial del gen SOX3 en las gónadas en desarrollo.

Estos machos XX de ratón con cambio de sexo inducido artificialmente son totalmente masculinos en su apariencia física, en sus estructuras reproductivas y en su comportamiento, pero son estériles debido a su incapacidad para producir esperma.

Algunas amebas cultivan a ciertas bacterias como fuente de comida

Se ha descubierto que la ameba Dictyostellum discoideum aumenta sus probabilidades de supervivencia a través de una forma rudimentaria de agricultura

En la investigación que lo ha desvelado, conducida por Debra Brock, Joan Strassmann, David Queller y Tracy Douglas, todos de la Universidad Rice, se ha comprobado que algunas amebas almacenan comida (determinadas cepas de bacterias) para su uso posterior.

La Dictyostellum discoideum, que es primitivamente social, tiene, en su capacidad de cultivar bacterias beneficiosas como fuente de alimento, variaciones genéticas que dependen de cada individuo.
A los beneficios de tener una fuente de alimentación portátil, hay que restarles los efectos nocivos potenciales de albergar bacterias que pueden ser peligrosas. Sin embargo, pese a los riesgos, las ventajas de pasar un poco de hambre hoy a cambio de asegurar un buen suministro de comida en el futuro son claras, como demuestra el hecho de que las amebas agricultoras son capaces de prosperar en entornos en los que sus congéneres que no practican la agricultura sufren de una fuerte escasez de comida al tener que depender exclusivamente de la poca que logran encontrar.

Los investigadores comprobaron que alrededor de un tercio de las amebas silvestres son agricultoras.

En vez de consumir todas las bacterias que encuentran, estas amebas comen menos e incorporan estas bacterias sobrantes a sus sistemas migratorios.

En la investigación se ha verificado que las agricultoras y las que no lo son pertenecen a la misma especie y no constituyen grupos evolutivamente distintos.

Los investigadores quieren ahora saber qué diferencias genéticas separan a las agricultoras de las que no lo son.

Además de las bacterias claramente alimenticias, las amebas transportan también algunas otras bacterias aparentemente inútiles o incluso perjudiciales. Es posible que estas bacterias incomestibles tengan sin embargo otras funciones útiles para las amebas, aunque esto todavía
no se ha podido aclarar.

Hipótesis de impacto

La hipótesis del impacto parece la preferida en la actualidad. Supone que nuestro satélite se formó tras la colisión contra la Tierra de un cuerpo de aproximadamente un séptimo del tamaño de nuestro planeta. El impacto hizo que bloques gigantescos de materia saltaran al espacio para posteriormente y, mediante un proceso de acreción similar al que formó los planetas rocosos próximos al Sol, generar la Luna.

Lo más dudoso de esta teoría es que tendrían que haberse dado demasiadas coincidencias juntas. L probabilidad de impactar con un astro errante era muy alta al inicio del Sistema Solar. Más dificil es que la colisión no desintegrase totalmente el planeta y que los fragmentos fuesen lo suficientemente grandes como para poder generar un satélite.

La teoría del impacto ha sido reproducida con ayuda de ordenadores, simulando un choque con un objeto cuyo tamaño sería equivalente al de Marte, y que, con una velocidad inferior a los 50.000 km/h, posibilitaría la formación de un satélite.